Partiendo de las cercanías de un lavadero en la aldea de A Teixeira, el camino se dirige a Cristosende entre muros de piedra y cubierto por un bosque autóctono bastante denso de robles y castaños. El paisaje se abre al acercarse a Cristosende, donde los viñedos sustituyen a la floresta.
Descendiendo entre bancales, la ruta se aproxima al río Mao donde, mediante una derivación, se puede conectar con el sendero PR-G 177. Siguiendo la pista por el trazado principal, se disfruta de las hermosas vistas sobre el río Sil y su cañón.
La senda abandona el Sil en la desaparecida población de Fontao y gira hacia las laderas del lecho del río Edo. Una señal indica el acceso al mirador de la Pena do Corvo, con una amplia panorámica sobre la confluencia de los ríos Edo y Sil. Siguiendo el itinerario, al entrar en la Portela, se abandona la pista ancha y toman el relevo los caminos estrechos, entre muros y viñedos. La ascensión pasa por la Cruz y un mirador sobre Lumeares, para concluir nuevamente en la Teixeira.